Consejos para resurgir de la mediocridad al éxito operativo.
Durante el tiempo de maduración de una empresa se debe pasar por varios ciclos y momentos que al superarlos te llevan a un aprendizaje y crecimiento para poder mantenerte en el mercado. Existen dos ciclos que platicaremos el día de hoy, el ciclo del éxito y el ciclo de mediocridad; te platicaremos que se vive en cada uno y como evolucionar para mantenerse del lado del éxito.
El ciclo de la mediocridad:
La baja satisfacción laboral de los empleados y una alta rotación de personal puede crear un espiral negativo que haga que las ventas y utilidades se desplomen. Por ejemplo, los empleados con baja satisfacción laboral pueden llevar a una actitud de servicio pobre, que a su vez puede conducir a una baja satisfacción del cliente. Del mismo modo, una alta rotación de personal puede interrumpir la continuidad con los clientes; la deserción resultante de clientes tiene un efecto negativo sobre las utilidades. Además, menores utilidades afectan negativamente la capacitación y expectativas laborales. La consecuencia, una baja satisfacción en el trabajo, lo que echa a andar de nuevo el ciclo de la mediocridad.
El ciclo del éxito:
La mayoría de los emprendedores, empresarios y gerentes desean sinceramente introducir cambios que puedan “hacer la diferencia”, pero las buenas intenciones a menudo quedan en el camino debido a la presión para obtener un rendimiento a corto plazo. ¿Cómo puede un ciclo de mediocridad convertirse en un ciclo de éxito? Tú puede crear el ciclo del éxito empezando por:
a) Seleccione por la actitud, entrene para las habilidades: Las organizaciones de mayor éxito realizan contrataciones primeramente por la actitud y en segundo lugar por las habilidades.
b) Invierta en la capacitación: Las organizaciones que invierten en el desarrollo de los empleados descubren ganancias en términos de reducción de la rotación de personal, mejora de la calidad del servicio y una mayor productividad. El resultado es un aumento en la satisfacción del cliente y la lealtad.
c) Provea las herramientas y el apoyo: Cuando tú proporcionas a tus empleados las herramientas y el apoyo que necesitan, ellos se desempeñan mejor y se sienten mejor en sus trabajos.
d) Otorgue autonomía para la toma de decisiones dentro de ciertos límites: Tratar a tu personal como incompetentes genera resistencia y frustración con su trabajo y por tanto su productividad decae y los empleados más valiosos encontrarán trabajo en otra parte. Lo mejor es capacitar a tu personal para asegurarte de que posean los conocimientos relevantes y ofrecerles un apoyo efectivo, para que puedas darle amplia autonomía en la toma de decisiones que impliquen valor para los clientes.
e) Recompensa por resultados: Reconoce y recompensa a tu gente por su contribución permanente a la empresa. Debes vincular los premios directamente a las metas.